sábado, 20 de diciembre de 2014

* BUDDY GUY * (1936)

Blues sin límites




Entre las décadas de 1910 y 1930 tuvo lugar en Estados Unidos un fenómeno social de enorme importancia en la historia del país, la llamada Gran migración. Cerca de dos millones de afroamericanos abandonaron los estados del sur de la Unión, económicamente agrarios y socialmente racistas, a fin de buscar un trabajo más seguro en las grandes capitales industriales del norte. Entre ellas Chicago, Detroit, Nueva York, Cleveland o Filadelfia y también de California.
Esta gran oleada de ciudadanos negros exportó a dichas ciudades todas las costumbres de la comunidad afroamericana. Entre estas, la música era esencial en su concepto de diversión. Los más jóvenes, además, mezclaron esas costumbres con las influencias recibidas de sus lugares de adopción. Así nació el Chicago blues, la adaptación del Delta blues a los hábitos musicalesde la ciudad de Illinois después de la Segunda Guerra Mundial.
Los bluesmen provenientes de Luisiana y Mississippi fueron transformando su estilo, originalmente basado en el sonido de la guitarra acústica y la armónica, gracias al revolucionario aporte tecnológico de los amplificadores, los micrófonos y las guitarras eléctricas, y a la inclusión de instrumentos nuevos para el género, como el bajo, la batería, el piano e instrumentos de viento como la trompeta o el saxo. El Chicago blues también cambió la estructura tradicional del estilo, superando la vieja escala hexatónica de blues, de seis notas por octava (por ejemplo: do, mi bemol, fa, sol bemol, sol, si bemol...), añadiendo notas de escala mayor y de los acordes de novena de dominante, un cambio que permitió a los autores una mayor variedad compositiva e interpretativa, y proporcionó a los temas un característico aire jazzístico pero sin perder su esencia de blues.
Pocos meses antes de estos hechos, el 25 de septiembre de 1957, Guy había tomado un tren que cambió su vida y también la del blues. Abandonó su Luisiana natal y se bajó en Chicago, donde no lo esperaba nada ni nadie. Desde aquel día, grabó esa fecha (92557) en todas sus guitarras. Con apenas 21 años, no tenía ni la más remota intención de convertirse en músico profesional, aunque un amigo que antes había realizado el mismo trayecto hacia el norte lo animó a mostrar sus ya notables habilidades guitarrísticas en la ciudad del lago Michigan, trabajando de día y tocando de noche por las calles, como ya hacían muchos. En Luisiana, Guy había conseguido un sencillo pero seguro trabajo como vigilante en la Universidad y ahora aspiraba a lograr un empleo similar en Chicago, con la esperanza de que allí estuviera mejor remunerado. La música ni siquiera era un sueño. Como mucho, Buddy aspiraba a que la vida en su nuevo hogar le dejara tiempo suficiente para escaparse de noche a los clubes de la ciudad para ver tocar en directo a sus ídolos. Especialmente soñaba con escuchar a Muddy Waters y Howlin´Wolf, y después correr a casa para tratar de imitar sus fraseos con la guitarra.
Su enérgico estilo de tocar la guitarra -se dice que luchaba constantemente con sus productores para aumentar el volumen de su amplificador-, unido al vigor de sus directos y a su voz aguda lo convirtieron en un puntal en la história del género y en una influencia capital para la generación posterior de bluesmen, e intérpretes de rock como Eric Clapton, Jeff Beck, Jimmy Page, Keith Richards, Stevie Ray Vaughan o Jimi Hendrix, quien llegó a afirmar que "el cielo es sentarse a los pies de Buddy Guy mientras lo oigo tocar la guitarra". Clapton, por su parte, reconocía que "Buddy Guy fue para mí lo mismo que Elvis para muchos otros", y añadía "es, de lejos y sin duda, el mejor guitarrista vivo. Su forma de tocar va más allá que la de cualquier otro intérprete gracias a su total libertad de espíritu. Verdaderamente, Buddy cambió el curso del blues y del rock´n´roll".
Buddy llevó su  modo de componer, de cantar y de tocar la guitarra desde el corazón del blues hasta las fronteras con otros estilos, para decirles a todos aquellos jóvenes apasionados del rock: "¡ Tomen todo esto y continúesn mi obra!". Lo más curioso del caso es que, más allá de la enorme energía que ponía en su música, los cambios que introdujo Guy en el género tuvieron más relación con la técnicas de producción, en especial la amplificación y la distorsión del sonido de su guitarra, que con la esencia de su blues que ha mantenido incólume a lo largo de toda su carrera.
Al contrario de los 60 -década en la que sintió la admiración de las nuevas generaciones- y los 70 -etapa de fecunda colaboración con Wells-, los años 80 resultaron estériles para Guy: no grabó ningún disco en todo el decenio y su estrella parecía apagarse definitivamente. En 1991, sin embargo, su nuevo contrato con Silvertone Records le permitió grabar el álbum Damn Right, I´ve Got The Blues, con el que obtuvo un premio Grammy, recobró el reconocimiento que su carrera sin duda merecía y volvió a las giras multitudinarias.
Con energías renovadas grabó Feels Like Rain en 1993, con la colaboración del cantante country Travis Tritt (1963) y del vocalista inglés de rock Paul Rodgers (1949), y regreó a las reíces de su blues en 1994 con Slippin´In. En 1997 volvió con su antiguo compañero Junior Wells -que moriría pocos meses después- para grabar Last Time Around: Live at Legends, todo un desafío de contención para Guy, puesto que se trataba de un álbum acústico.
Crecido por el éxito de sus experiencias más recientes, volvió al Mississippi en 2001 para registrar otra obra memorable -Sweet Tea- al estilo juke-joint blues, una de las expresiones más tradicionales y genuinas del género. Otro acústico (Blues Singer, 2003), una nueva gran producción con estrellas invitadas Brig´Em In (2005) y Skin Deep (2008), con Eric Clapton, precedieron a Living Proof (2010), Grammy al mejor álbum de blues contemporáneo, todas ellas producciones que ponen de manifiesto la inusitada actividad de este músico que, pasados los 70 años, se resiste a ceder el trono de rey del blues de Chicago.-

-DISCOGRAFÍA BÁSICA-


1967 - Left My Blues in San Francisco

Último álbum de la antológica serie de obras que Guy grabó para Chess Records a lo largo de los 60, con temas enérgicos como Keep it to Myself, Crazy Love o Leave My Girl Alone y otros más suaves, teñidos de influencias de la música soul.










1972 - Buddy Guy & Junior Wells Plays The Blues

Pese a los problemas y retrasos que por diversos motivos sufrió esta grabación, los resultados de la colaboración entre Buddy Guy y el armonicista Junior Wells son impresionantes. Se destaca A Man of Many Words, un tema con un marcado aire soul.







  1991 - Damn Right, I´ve Got The Blues

Buddy Guy vuelve a escena con energías renovadas a los 55 años y se hace acreedor al Grammy con esta obra repleta de vitalidad en la que lo acompañan grandes músicos de generaciones posteriores, como Richie Hayward, Jeff Beck y Eric Clapton.








2001 - Sweet Tea

Con la llegada del nuevo milenio y después de dejarse influir por otros géneros a lo largo de su dilatada carrera, Guy vuelve a las reíces del blues que aprendió en su adolescencia en un ambiente -un estudio del profundo Mississippi- que debió resultarle muy entrañable.








2010 - Living Proof

Con 74 años (el primer tema se titula 74 Years Young), Guy dirige este álbum autobiográfico con una vitalidad a prueba de bomba, como lo demuestra el sonido de su guitarra, más enérgico que nunca.


domingo, 23 de noviembre de 2014

* JOHNNY GUITAR WATSON * (1935 - 1996)

El padrino del blues funk


El día en el que el pequeño John heredó una guitarra de su abuelo apenas pudo contener la inmensa alegría que lo embargaba, a pesar de la severa advertencia recibida: "Tuya es, pero a condición de no tocar esa música diabólica". Para el abuelo, todo un predicador fundamentalista que cantaba gospel y tocaba la guitarra en su propia iglesia, el blues era algo así como el género de los pecadores. Pero John, recién cumplidos los 11 años  ya con una sólida formación de pianista gracias a las enseñanzas de su padre, cayó en la tentación. ¿Cómo podía un negro nacido en Houston en 1935 actuar al margen del blues urbano?. Años después, su madre Wilma recordaría: "Siempre se movía entre gente adulta. Su ídolo era Aaron T-Bone Walker. Aprendió pronto a tocar piano, guitarra, trompeta y saxo. Así que a lo llamaban el Hombre Orquesta en los años cincuenta".
Sus primeros pasos discográficos los había hecho en el piano con el grupo del saxofonista Chuck Higgins al grabar Motorhead Baby para el sello Combo en 1952. Aquel mismo tema fue publicado en 1953 por Federal con su nuevo nombre artístico, Young John Watson, y un año después otro de música instrumental de realmente alucinante y novedoso: Space Guitar donde incorporó la reverberación y el acople (feed-back) al lenguaje de la guitarra.
En 1954 vio la película Johnny Guitar bajo la dirección de Nicholas Ray, protagonizada por Joan Crawford  Sterling Hayden, entre otros, hecho que marcó su vida profesional. A partir de entonces pasó a ser conocido como Johnny Guitar Watson, firmando así sus discos simples tras fichar para RPM Records la compañía de los hermanos Bihari. En 1955 obtuvo su primer éxito con Those Lonely, Lonely Nights, un tema de Earl King de gran repercusión en las listas de R&B y que llegó a figurar en el "Top 10". Publicó también algunas joyas como Dont´t Touch Me, Hot Little Mama, Too Tired y Oh,Baby.
En 1956 Three Hours Past Midnight dio mucho que hablar y, sin duda, fue su blues preferido.
En 1956, publicó Gangster of Love en el sello Keen Records, que tuvo su momento de gloria al ser reeditado en 1978 y que pasó a ser uno de los temas más celebrados de su carrera musical.
Johnny y su colega Larry Williams unieron fuerzas en los años 60 para lanzarse a la conquista de Gran Bretaña. Su funk-soul parecía ser irresistible.
De 1969 a 1973, Johnny Guitar Watson entró en una espiral de silencio después del sonado dúo con Larry Williams. Atrás parecía haber quedado su estilo único de tocar la guitarrra. "Ah, las cosas que hacía Jimi Hendrix, pero yo empecé toda esta mierda", se lamentaba Watson como si su tiempo se hubiera acabado de golpe.
En 1976 las nubes empezaron a irse. Johnny Guitar Watson fue contratado por el sello británico DJM. "Me dieron el control  creativo y logré hacerme rico", recordaría muchos años después. La fórmula de Johnny Guitar era efectiva: dominio apabullante del blues con mucho ritmo funk y descargas de letras sarcásticas. Así se veía en escena con su voz cómica, carnal, entre palabras algo malsonantes, burlándose de la política, de la economía, y de sí mismo.
En 1981 se hizo un homenaje a sí mismo con el lanzamiento de Johnny Guitar Watson and the Family Clone, en un alarde de fanfarronería indescriptible estaba solo ante todos los instrumentos, lo que unos vieron como un fracaso grotesco y otros lo celebraron como un cóctel de hard blues-jazz-soul-funk con aires de nuevo género rap-hip hop.
En éste mismo año, grabó That´s What a Time It Is, un disco que resultó todo un fracaso comercial. Durante aquella travesía del desierto, Johnny Guitar Watson, después de vender su mansión de dos millones de dólares, se instaló en una casa del gueto mexicano al oeste de Los Ángeles donde vivía con su madre.
En la década de los 90, pasó de ser un olvidado innovador de la guitarra de blues a estar en el candelero. Los raperos lo tomaron como una suerte de padre predileto. Ahí estaban Redman, Ice Cube, Eazy-E, Dr. Dre, Jay-Z, Snoop Dog, entre otros, para rendir tributo a la música de aquel todoterreno blues-soul-rock-psicodélico-funk-rap-hip hop que tenía nombre de película, pinta de rufián, aires de lascivia y sarcasmo a media voz.
En 1994 dió el último golpe discográfico con Bow Bow, abiertamente metido ya en territorio disco, funk y rap. El 11 de mayo emprendió una gira por Japón con motivo del Carnaval de Blues. Tras actuar en Osaka Kioto y Nagoya, llegó a Yokohama donde el 17 de mayo a las siete y media de la tarde subió al escenario del Ocean Boulevard Blues Cafe entre una ola de aplausos. Al atacar la primera estrofa de Superman Lover, Johnny Guitar se derrumbó de espaldas con el micrófono en la mano. Al día siguiente, en el Hibiya Yagai Ongakudo de Tokio, el lugar previsto para el próximo concierto, la banda de blues japonesa Ukadan interpretó un clásico de Watson titulado Chicago Bound aunque con la letra actualizada: "Ha muerto el viejo Johnny y ahora no tengo nada mejor que hacer que darle a la bebida". A la salud de Johnny Guitar.

-DISCOGRAFÍA BÁSICA-


1961 - The Blues Soul Of Johnny Guitar Watson

En su versión de pianista de jazz, Johnny Guitar da nueva vida viejos temas ya publicados en el álbum  I Cried for You (1963) para el sello Cadet como Witchcraft, I Will Remember April, Misty, Polka Dots and Moonbeams o Reconsider baby.











1976 - Ain´t That A Bitch

Una bienvenida a lo alto a la nueva era funk en un primer álbum de oro. Desde el exitoso número bailable con aires de calipso-blues I Need It a la balada soul Since I Met You Baby. Sn olvidar el poderoso Superman Lover y el clásico I Want to Ta-Ta You Baby.












1980 - Love Jones

Johnny Guitar en su salsa "pimp" echando más leña "fun" al luego "funk". Alegría que llama al movimiento continuo con temas de alto voltaje: Booty Ooty, Going Up in Smoke, Telephone Bill y el funky más divertido en Lone Ranger.













1991 - BowWow

Otro nuevo baño de funk, el último de su carrera discográfica, con diez temas sin sorpresas, todo hecho por Johnny Guitar Watson dos años antes de morir, producción incluída, desde Johnny G. Is Back hasta I don´t Think So. 

jueves, 12 de junio de 2014

* LIGHTNIN´ HOPKINS * (1912 - 1982)

Un rayo de blues

Con apenas ocho años, Sam John Hopkins supo que su suerte estaba echada. Corrían aires de blues en Texas y era imposible hacer oídos sordos a la llamada del destino. Un día vio la luz en el transcurso de una comida campestre cel  (1897 - 1929), con su voz de blues y una guitarra acústica, estaba allí para mostrarle su propio futuro. Aquel ciego de nacimiento, que también se ganaba la vida actuando en las calles de Dallas y de otras ciudades texanas, acabaría siendo el Padre del Blues de Texas. Él también fue la gran inspiración del pequeño Hopkins. Poco tardó en dejar la escuela y entregarse al aprendizaje del blues de la mano de su primo Alger Texas Alexander (1900 - 1954). Ciudades del este texano como Buffalo, Brenham, Palestine, Leona y Crockett fueron escenario de su desarrollo artístico.
Ya en 1920, Hopkins se casó con una jóven llamada Elmer, y fijó su residencia en Leona. Eran tiempos duros de trabajo diario en los algodonales y maizales. Al menos los viernes y sábados por la noche podía escaparse a los improvisados bailes que solían organizarse en las plantaciones y las granjas para dar rienda suelta a su propio lenguaje musical.
En 1939, Hopkins abandonó a su mujer y a sus cuatro hijos y se fue a Houston, donde no tardaría en conocer a Antoinette Charles. Con ella vivió hasta el final de su vida. Tuvo varios trabajos temporarios hasta que, un buen día, decidió apostar a la música y vivir plenamente de ella. 
El blues de Hopkins sonaba irresistible para su fiel público de la calle, que siempre podía moverse al ritmo del popular Trouble in Mind (1924) de Richard M. Jones (1892 - 1945) o del brillante See that My Grave is Kept Clean (1927) de Blind Lemon Jefferson, transformado en One Kind of Favour en su versión particular.
Así era aquel tiempo de blues callejero: picoteaban unos de otros, saboreaban la improvisación, dejaban que las palabras se las llevara el viento o cayeran bajo el rayo de sol.
Corría 1946 cuando Lola Anne Cullum, una cazadora de talentos de la discográfica Aladin de Los Angles, cazó otra pieza mayor en el Third Ward de Houston: allí aparecía Hopkins a diario, y ella no erró el tiro. Antes de que su primer 78 rpm saliera a la venta, un ejecutivo de la compañía tuvo la brillante idea de poner delante de su apellido un apodo impactante con objeto de vender mejor el producto. Así, Sam pasó a ser Lightnin´ Hopkins.
De 1946 a 1951 llegó a grabar casi 200 canciones para varias compañías grabadoras de discos. A caballo de una pequeña sección rítmica, con bajo y batería, o armado simplemente de su guitarra acústica y su voz, Lightnin´ Hopkins grabó lo que se le antojaba, aunque se tratara de la misma canción nunca sonaba igual, abierto a la libre inspiración de un momento a otro. Era un contador de historias impenitente que tenía el don de entretener a la gente de su entorno, aparentando siempre la misma seguridad en sí mismo. "Todo lo que hago está bien", decía sin la menor modestia.
Los años sesenta fueron imborrables para Lightnin´ Hopkins. Desde los conciertos que brindó a lo largo y a lo ancho de los Estados Unidos hasta el haber llevado adelante su primera gira europea con el American Folk Blues Festival en 1964.
El artista finalmente disfrutaba de la admiración de todos, la que se vería reflejada a escala popular en el documental The Blues Accordin´ to Lightnin´ Hopkins (1967) del cineasta Les Bank. Ya en la década siguiente, volvió a su lugar en el mundo: el Third Ward. Llegó íntegro en ese viaje a través del tiempo, sin verse obligado a abandonar la rutina de la bebida y el juego, contando historias espontáneamente y grabando muy de vez en cuando.
En 1979 volvió a presentarse en el célebre Carnegie Hall de Nueva York; eso si, subió al escenario bien provisto de cerveza texana y acompañado de otras leyendas de la música: John Lee Hooker, Clifton Chenier y David Honeyboy Edwards.
Fue su última gran reunión de blues. El 30 de enero de 1982, Lightnin´ Hopkins pasó a mejor vida en Houston.

- DISCOGRAFIA BASICA -


 1959 - Lightning´ Hopkins

Sam Charters tuvo el mérito de convencer a Hopkins, con una botella de ginebra de regalo, para que grabara este álbum de 10 canciones con un solo micrófono en su departamento de Houston. Se destacan los clásicos Penitentiary Blues, Reminiscences of Blind Lemon y See That My Grave is Kept Clean.











 1962 - How Many More Years I Got

Sonido de combo familiar on el liderazgo de Hopkins, en compañía de Donald Cooks (bajo), Buster Picklens (piano), Spider Kilpatrick (batería) y Billy Bizor (arpa). De los 19 temas, dos son subimes: Mojo Hand y Mama Blues.













 1966 - Soul Blues

Diez canciones grabadas en estudio el 4 y el 5 de mayo de 1964. Con un primer tema potente, I´m Going to Build me a Heaven of My Own, en el que un hombre barbudo asegura ser Jesucristo. Del cielo a la tierra de Rocky Mountain Blues, Too Many Drivers y Black Ghost Blues.











1993 - The Swarthmore Concert

Edición que incluye el concierto de Hopkins en 1964. Aires rerescantes en 13 temas en total, desde Baby Please Don´t Go a 
I´m a Stranger, pasando por Short Haired Woman, My Black Cadillac y Sun Goin´ Down.











viernes, 23 de mayo de 2014

* BO DIDDLEY * (1928 - 2008)

Arquitecto del rock ´n´roll

A los 8 años, Ellas Otha Bates (Bo Diddley),  tomaba clases de violín y tocaba la batería y el trombón en la banda de la iglesia Ebenezer, en el sur de Chicago. En la Navidad de 1940, su hermana Lucille le regaló su primera guitarra. Ellas aprendería a tocar aquella humilde Harmony acústica en forma autodidacta. Experimentaba imitando el espectro sonoro del violín con un movimiento rápido de la púa sobre las cuerdas. A los 15 años pudo diseñar y confeccionar su primera guitarra rectangular y un año después compuso su primer tema: Don´t Want No Lyin´  Woman.
Cuando no estaba en la escuela, pasaba horas tocando por las calles de Chicago. Poco antes de graduarse, formó su primera banda, The Hipster (más tarde llamada Langley Avenue Jive Cats). En esos años desarrolló su particular técnica, creada sobre la admiración de sus admirados Muddy Waters y John Lee Hooker, y sobre su propia habilidad con la muñeca. Con el tiempo él mismo reconocería que esa era la clave de todo lo que había logrado; es decir, el fruto de 12 años de tocar el violín.
Diddley tocaba la guitarra con crudeza. Él mismo reconocía que no podía hacerlo como los demás sencillamente porque tenía unos dedos similares a "ganchos de carnicería", mucho más gruesos de lo normal. Tocando la guitarra como si fuese una batería y machacando las cuerdas, supo convertir aquel defecto en virtud. Ese estilo creaba efectos especiales como la reverberación, el trémolo y la distorsión, los que llegarían a influenciar a las bandas de heavy metal de los años 70. A su música ambién le añadió un fondo de maracas, construídas con flotadores de cisternas de inodoros, que le otorgarían más ritmo a la cadencia de la batería y le asignarían a su música una textura latina singular. Lograba así un sonido tan exótico como las guitarras que fabricaba con sus propias manos.
A diferencia de buena parte de sus colegas, Bo consiguió evitar los excesos y las tentaciones de llegar a la fama por dedicarse por completo a la composición musical para pasar a mejorar sus actuaciones en vivo, las que ya en aquella época eran consideradas deslumbrantes.
El Diddley original salta, alardea, baila, sonríe pícaro, toca con su guitarra entre las piernas o sobre su cabeza... la toca hasta con los dientes. Improvisa en vivo y usa amplificadores para producir nuevos sonidos. Era el precursor de Hendrix, y de todos los demás, inventor de esas innovaciones que se popularizarían una década después, en los años 60. Usa gruesos anteojos negros, sombrero negro de comisario, una guitarra negra, camisa del mismo color y cinturones con gruesas hebillas. El "Bo Diddley beat" y todo su estilo fueron el precedente de lo que luego explotaría como heavy metal.
El ritmo de tipo africano (que se conocería como 5 por 4) fue su marca registrada. Sentó las bases de buena parte de la influencia blusera en el rock de los años 60 y 70. Sobre esas innovaciones, Ron Wood, guitarrista de los Rolling Stones, sentenció: "Sin Bo Diddley, los Stones nunca hubiésemos llegado a ser lo que somos".
Figura excluyente en la transición del blues al rock ´n´ roll, creador de ritmos básicos con un sonido duro y afilado de su guitarra, recibiría el apelativo de The Originator (El autor). Diddley fundó lo que se conoce como "Jungle Sound", y fue un maestro absoluto de lo primitivo y lo sofisticado, además de un letrista capaz de encontrar el modo de transformar una idea simpe, y desarrollarla hasta convertirla en muchas canciones diferentes. En sus creaciones late un potente y solapado humor. Detrás del aparente significado explícito de sus letras, con frecuencia anidaba una broma, una ironía.
Artistas tan dispares como Elvis Presley, Buddy Holly, Jimi Hendrix, Mick Jagger, David Bowie, The Byrds, Bruce Springsteen y The Police han reconocido la influencia e inspiración que ejerció en ellos su beat sincopado, fruto de la incorporación de infinidad de fuentes.
Las bandas británicas de los años 60 también tomaron a Diddley como modelo. Aun las generaciones de músicos británicos más jóvenes sentían verdadera devoción por él, al punto de que la banda post-punk escocesa The Jesus and Mary Chain lo homenajeó con un tema titulado nada menos que Bo Didley is Jesus.

-DISCOGRAFIA BASICA-


1958 - Bo Diddley

Primer e imprescindible long play, producido por Phil y Leonard Chess. Incluye clásicos como I´m a Man, Bo Diddley, Before you Accuse Me, Diddy Wah Diddy, Who Do You Love? y Pretty Thing.












1959 - Go Bo Diddley

Grabado entre marzo de 1955 y septiembre de 1958, fue editado al año siguiente. Incorpora la marca registrada de las maracas de Jerome Green. El tema Say Man logra enorme popularidad  y llega al tercer puesto en las listas de rythm & blues.












1951 - Two Great Guitars

Reúne a Diddley con su amigo Chuck Berry y es considerado una de las primeras grandes reuniones de la historia del rock. Se compone de dos largas y espontáneas jam sessions más dos temas instrumentales de guitarra.











1967 - Super Blues

Glorioso encuentro del propio Diddley con Muddy Waters y Little Walter. También participan músicos de la talla de Buddy Guy y Otis Spann. Entre otros temas figuran Who Do You Love? y You Can´t Judge a Book by Its Cover.













1988 - Live at the Ritz

Grabado en vivo junto a Ron Wood (guitarrista y bajista de los Rolling Stones) en el Hotel Ritz de Nueva York. Incluye clásicos de Diddley y también Plynth (Water Down the Drain) de Hopkins-Wood-Stewart y Honky Tonk Women de Jagger y Richards.


miércoles, 30 de abril de 2014

* BESSIE SMITH * (1894 - 1937)

Primera y última Emperatriz

Haber sido la mentora de una joven de Tennessee llamada Bessie Smith es, entre otras cosas, una de las razones por las que a la legendaria cantante Gertrude Ma Rainey (1886 - 1939) se la conoce como la madre del blues. Prácticamente secuestró a Bessie para levársela de gira cuando era muy joven. Su enorme olfato artístico quedó demostrado. Rápidamente se convirtió en la voz negra más reconocida de Estados Unidos y consiguió hacer una pequeña fortuna a pesar de la dura segregación racial que entonces se practicaba en los estados del sur. Quienes compartieron con Smith sus orígenes profesionales aseguran que Rainey no le enseñó a cantar, ella poseía un don innato que fue puliendo durante su infancia y adolescencia en un ambiente donde la vida no se concebía sin el canto, especialmente por el papel fundamental que en las paupérrimas comunidades negras del sur ejercían las iglesias como centros de socialización y de aprendizaje musical. Lo que sí enseñó Rainey a Smith fue a desenvolverse en el escenario, o que la ayudó a hacerse pronto acreedora del apodo de Emperatriz del blues, el cual demostraba que ya había superado a su maestra. Se decía con razón que Bessie hacía suyos los temas que cantaba. Por  muchas versiones que se hubieran hecho de una canción si la cantaba ella, de inmediato el público pasaba a identificarla como suya.
En lo profesional, las cosas marchaban más que bien pese a creer que su voz pareciera "demasiado áspera" para esa gente del norte. Antes de haber grabado un solo disco, las entradas para sus veladas se agotaban.
En 1923 un cazatalentos de la Columbia Records la convenció para que acudiera a unos estudios de Nueva York para grabar Downhearted Blues, un tema compuesto un año antes por Alberta Hunter y Lovie Austin que vendió 780.000 copias en su primer medio año. En esta grabación, Smith ya daba muestras de una voz potente y profunda, con esa característica vibración que la hacía perfecta para interpretar las tristes letras del blues y con una versatilidad que le permitía parecer frágil y conmovedora mas allá de que, por naturaleza, su talento vocal era asombrosamente vigoroso, hasta el punto de que nunca quiso utilizar micrófono.
En 1925, grabó con Louis Armstrong el tema St. Louis Blues, un auténtico compendio de los rasgos del blues clásico, con un equilibrio perfecto entre las secciones vocales de Smith y el solo de corneta del genio de Nueva Orleans.
A partir de la finalización de la Primera Guerra Mundial y durante todos los prósperos años 20, e blues pasaba a reflejar os problemas de la vida urbana del norte: la dificultad para encontrar trabajo, la alienación y masificación de la ciudad, el estresante ritmo urbano, etc.
En 1929, frente a una profunda crisis personal  el contexto negativo originado por la crisis financiera de Wall Street empezaron a hacer mella en su trayectoria profesional. En 1931 Columbia dejó de contar con ella a causa del desplome experimentado en la venta de discos de blues.
Pese al período de crisis que sufría el blues, Bessie Smith dejó un legado grandioso. No sólo en el mundo del blues -género que la condujo a unos niveles de popularidad jamás vistos, ni antes ni después-, sino en la música del siglo xx en general. Muchas de las grandes voces de las décadas posteriores, como Billie Holiday, Janis Joplin y Aretha Franklin entre otras, reconocieron la influencia indeleble que el canto de La Emperatriz del blues había ejercido en sus carreras. La propia Joplin, por ejemplo, pagó de su bolsillo la lápida colocada en su sepulcro, después de haberse identificado el lugar donde estaba enterrada, y mandó grabar en ella la siguiente frase: "La cantante de blues más grande del mundo jamás dejará de cantar".

- DISCOGRAFIA BASICA-


1951 - The Bessie Smith Story

La primera antología de La Emperatriz del bues se publicó 14 años después de su muerte. Se trata de cuatro discos, los tres primeros muy recomendables para el público en general y el cuarto más adecuado para los iniciados.














1989 - The Collection

Las grabaciones completas de Bessie Smith abarcan múltiples discos, pero pueden resultar muy intimidatorias para un profano. Esta recopilación publicada por Columbia es una excelente antología de la cantante, con grabaciones que abarcan el período de 1923 a 1933.











1991 - Empress of the Blues:
Collectors Edition

Otra buena compilación de las mejores grabaciones de Smith. Incluye Empty Bed Blues, en el que compite con el trombonista Big Charlie Green en un duelo delicioso.











1999 - The Empress & the Pianist
(1923-1931)

Un acercamiento a Bessie a través de algunos de los pianistas que la acompañaron. Si bien se incluyen temas con Clarence Williams y Fletcher Henderson, se nota la ausencia de algún tema con Porter Grainger o Buck Washington.











2003 - Martin Scorsese Presents the Blues:
Bessie Smith

El prestigioso director de cine produjo una serie de documentales sobre el blues. Esta selección era la banda sonora del que estaba dedicado a Smith.

viernes, 25 de abril de 2014

*JOHN LEE HOOKER* (1917-2001)

El hombre duro del boogie

A John Lee Hooker le costó tener la oportunidad de grabar. Recién a sus 31 años, de la mano del productor Barnie Besman, registró su primer simple: "Boogie Chillen" (1948). Cuando por fin lo hizo, enlatando su música y su voz con su característico estilo medio hablado, de una sola vez vendió alrededor de un millón de copias. A Besman le gustaba el estilo cavernoso de Hooker e hizo todo lo posible para acentuarlo en el estudio: colocó un micrófono en una guitarra, un altavoz en un cuarto de baño para aprovechar el eco y puso una tabla bajo sus pies para recoger el repiqueteo rítmico de los zapatos.La fórmula, aunque austera, resultó magistral. A partir de entonces, su carrera artística se consolidó y, en la década de 1960, Hooker ya se había convertido en un bluesman de referencia para un público muy amplio: fue el músio de blues que mayor impronta dejó en los grupos de rock de la época. Recorrió este camino, además, sin abandonar nunca sus raíces musicales, ni mucho menos su marcada personalidad.

John Lee Hooker fue siempre un hombre de físico imponente; y su estilo musical también lo era. Vestía traje negro, anteojos oscuros,sombrero de fieltro de ala corta y camisas chillonas. Su rostro era duro, muy duro, llevaba la biografía escrita en la cara, reflejo de años de dificultades. Su voz era ronca y profunda, como su arte. Sobre el escenario, la guitarra de Hooker fijaba un ritmo de acordes sencillos y un sonido áspero que se iba adueñando lenta pero inexorablemente de la audiencia, y absorbía todo lo que se movía a su alrededor. Fiel a su estilo, Hooker no siempre cantaba, a veces rugía entre dientes, hablaba o simplemente murmuraba encima de su guitarra.Eso le otorgó siempre una capacidad narrativa inusual, potenciada por su dominio de la intensidad rítmica. Sin duda, su blues es el más hipnótico de todos los tiempos. Y todo a partir de una grave sencillez que infundía un severo respeto, como el impuesto por un griot (narrador de historias) africano al resto de la tribu. Carlos Santana, uno de sus fervientes admiradores, resumió de una manera muy gráfica su poder: "Con una sola cuerda, John Lee Hooker podía explicarte una historia tan profunda como el océano...". Y Bonnie Raitt fue más lejos: lo definió como "la persona capaz de arrancar las notas más eróticas de una guitarra".

 -DISCOGRAFIA BASICA-


1980 - Alone (vol. 1)

John Lee Hooker en estado puro: solamente su voz y su guitarra. El álbum consta del show que dio en vivo en 1976 en el Hunter College de Nueva York. Hooker se pierde en su mundo onírico y da rienda suelta a la improvisación. Tomato Records lo reeditó años más tarde.












1989 - The Healer

Es el álbum más conocido por el público en general.Un trabajo para disfrutar de cada una de as colaboraciones estelares, especialmente de la versión junto a Bonnie Raitt de I´m in the Mood.














1994 - The Legendary Modern Recordings (1948 - 1954)

Lo mejor de la primera época de John Lee Hooker, cuando grababa de forma un tanto anárquica. Boogie Chillen, Sally Mae, Crawling Kingsnake, Howlin´ Wolf y 20 títulos más.













1994 - The Early Years

La manera más adecuada de hacerse una idea de material que John Lee Hooker publicaba en la época que estuvo con el sello Vee - Jay, 
durante los años 50 y 60.
















1995 - The Very Best of John Lee Hooker

Esta recopilación de Rhino Records es el mejor resumen de la música más esencial de Hooker.
Contiene 16 pistas con excelentes versiones de las canciones que le dieron la fama: Boogie Chillen, Boom Boom, Hobo Blues, I´m in the Mood, entre otras.