miércoles, 27 de mayo de 2015

* RAY CHARLES * (1930 - 2004)

Los ojos del corazón

El nombre Ray Charlesse lee en una estrella del Camino de la Fama en el Hollywood Boulevard de Los Ángeles. Es sinónimo mundial de superestrella. Su busto de bronce tiene su propio santuario en el Playboy Jazz Hall of Fame. También hay bronce en el medallón hecho especialmente para él por la república de Francia, en nombre de su pueblo. En cualquier salón de la fama que tenga que ver con la música, ya sea rhythm and blues, jazz, rock´n´roll, gospel o country and western, este nombre aparece visiblemente destacado, rodeado de premios y distinciones. A pocos años de su desaparición física, Ray Charles dejó su nombre grabado a fuego en un arte que le dió sentido a su vida: la música. "Nací con la música en mi interior. Esa es la única explicación que conozco", reconoció en más de una vez. Y es lo único que realmente importa para disfrutar de su obra, inmortal y placentera. Este grandioso pianista y cantante fue uno de los más importantes músicos estadounidenses del siglo XX, precursor indiscutido de la música soul (una mezcla de estilos y géneros preexistentes, como el gospel). Recibió en vida 12 premios Grammy por temas como Hit the Road Jack, I Can´t Stop Loving You y Busted, pero su gran suseso lo tuvo en la década de 1950 cuando empezó a experimentar con la fusión entre el rhythm and blues y el gospel, género de carácter espiritual y religioso. El valor de su trabajo trasciende el plano artístico; con su arte Ray Charles ayudó a integrar racialmente el país durante los años 60 y se convirtió en uno de los primeros músicos afroamericanos en tener el control artístico de una compañía discográfica.
Antes de consagrarse como el exitoso músico que fue, Ray Charles tuvo una vida dura, con aristas trágicas. Ray Charles Robinson nació el 23 de septiembre de 1930 en Albany, Georgia, al comienzo de la Gran Depresión, suseso que afectaría a todos los países de Occidente. Ese mismo año, otro nativo de Georgia. Hoagy Carmichael, grabó Stardust, canción que se convirtió en un clásico de todos los tiempos. Curiosamente, ambos cruzarían sus pasos más adelante, cuando en 1979 Ray Charles interpretó en la cámara de diputados, a solicitud del Estado de Georgia, la canción elegida para representar al estado: la versión de Ray de Georgia On My Mind, escrita por Howard Hoagy Carmichael, quien se encontraba muy enfermo para asistir al evento y escuchó todo por teléfono.
La familia de Ray era muy pobre; su madre Aretha Williams, era campesina y Robinson Bailey, su padre, trabajaba en el ferrocarril como mecánico. Su padre tenía paralelamente tres familias más y Aretha debió cuidar sola de la familia, con enormes sacrificios. El pequeño Ray pasó su niñez en la sureña Greenville, Florida, donde se hizo amigo de Wylie Pitman, un vecino que tocaba el piano en un antro donde sonaba todo tipo de música. Allí comenzó a incorporar el sonido del blues, el boogie y las big bands; el gospel le llegó en la iglesia Bautista Shiloh y el blues rural por otros músicos como Tampa Red. Por entonces, ocurrió un trágico accidente que marcó la vida de Ray para siempre. Con sólo seis años, cuidaba a su hermanito George, dos años menor, y un día, mientras ambos jugaban, George se ahogó en la enorme tina llena de agua donde su madre lavaba la ropa. La desgracia lo afectó duramente y poco después su vista empezó a fallar; se le diagnosticó un glaucoma, que su familia no pudo tratar por cuestiones económicas y quedó ciego a los siete años.
Su madre, mujer pragmática, hizo cuanto estaba a su alcance para que Ray pudiera salir a flote. Le daba quehaceres en la casa y otros trabajos en la zona rural que habitaban, como cortar leña para la cocina. Esto provocaba las quejas de los vecinos, pues lo consideraban un abuso. La madre del pequeño Ray se defendía diciendo que su hijo era ciego, no estúpido, y que debía continuar aprendiendo a hacer cosas, no sólo para sí mismo sino también para los demás. Como si tantas desdichas no bastaran, Ray perdió a sus padres a temprana edad: su madre murió en 1945 y su padre, tres años más tarde. Pese a todo se las arregló para abrirse camino aún con sus desventajas: vivir en el sur de Estados Unidos y tener origen africano, además de estar ciego y sin padres.
Entre 1937 y 1945, el jóven Ray estudió en la escuela estatal para sordos y ciegos de St. Agustine, otra localidad de Florida. Allí aprendió de todo: desde a reparar radios y autos, hasta a leer y componer música (usando el sistema Braile) y a tocar varios instrumentos, como el piano y el saxofón. "La diferencia con los niños videntes que aprenden una canción, es que los ciegos tenemos que tocar las notas, entenderlas y luego memorizarlas para finalmente poder tocar la melodía. No se puede tan sólo sentarse y tocar mientras se va leyendo". Este detalle contribuyó a desarrollar una de sus principales habilidades musicales: la capacidad de improvisación.
Ray dejó la escuela a los 15 años y se mudó a Jacksonville decidido a ganarse la vida como músico. Obsesionado por el trabajo, aceptaba todo empleo que se le ofreciera en cualquier parte de Florida, en bandas o como solista: su música y presencia escénica guardaban ciertas influencias de sus ídolos Nat King Cole y Charles Brown, combinación que lo tornó en una pequeña estrella local hasta mudarse en 1947 a Seattle, Washington; allí conocería a Quincy Jones (compositor, director, productor y más), quien por aquel entonces tenía 14 años. Su primer mecenas, el cantante Wynonie Harris, lo pus en contacto con la industria discográfica y así fue contratado por Ahmet Ertegün, un productor del sello Atlantic que quedó maravillado con su talento. En esa ciudad Ray Charles Robinson renació como el Ray Charles que dejó su huella en la música, a través de su peculiar modo de tocar el piano, sus cualidades vocales y una acertada mélange de jazz con gospel y blues, aderezado a través de los años con matices de pop, rap urbano y country que constituye su peculiar e indomable estilo.
En Seattle formó el McSon Trío; el nombre se inspiró en su guitarrista,G. D. McKee, y el "son" provenía de su propio apellido. El primer simple del conjunto data de 1949 y se llamó Confession Blues, acreditado al trío Maxim (una variante fonética de McSon). El segundo fue Baby Let Me Hold Your Hand, grabado en Los Ángeles en 1950 con músicos de Nat King Cole. Esta vez el crédito fue para Ray Charles Trío. Gracias a esta última canción, en 1951 consiguió introducir el primer álbum en la lista de los diez primeros en ventas de Estados Unidos. El camino al éxito comenzaba a allanarse.
Los temas del trío no tardaron en triunfar en las listas de la entonces denominada "música racial", luego conocida como rhythm and blues. Ray decidió aprovechar el éxito y no tardó en mudarse a Los Ángeles, donde tendría más oportunidades de afianzarse y crecer. Allí se unió a la banda dirigida por el guitarrista Lowell Fulson, de la que llegó a ser director musical, si bien al tiempo, después de dos años de intenss giras, abandonaría el conjunto para seguir su propio camino. En 1953 firmó un nuevo y mejor contrato con Atlantic Records y volvió a mudarse, esta vez a Nueva Orleans, para trabajar con el famoso guitarrista Eddie Guitar Slim Jones como pianista y arreglador, unión que daría vida a la conocida The Things That I Used To Do. En una audaz maniobra, comenzó a tomar el control artístico de sus discos y convenció a los ejecutivos de Atlantic Records de que lo dejaran grabar con su propia banda en giras y no con las del estudio, práctica usual en la firma. Así, empezó a grabar arreglos largamente probados en las giras del circuito del rhythm and blues. La entusiasta respuesta del público le dió la razón y en Atlantic no tardaron en brindarle el completo control artístico de sus grabaciones, sobre todo después del éxito de The Things..., la canción más importante del rhythm and blues de 1954, seguida de una serie de inolvidables éxitos como I Got a Woman, Hallelujah I Love Her So, Drown In My Own Tears y la famosísima What´d I Say (la primera en superar el millón de copias vendidas) que lo llevaron al tope de la fama a fines de los 50. En estos temas Charles secualarizó la música religosa negra, o mejor dicho fusionó el fervor del gospel con la narrativa del blues, lo que escandalizaba a los seguidores más ortodoxos, no habituados a escuchar cantos acerca de amores profanos en tonos eclesiásticos. Charles siguió en esa dirección y poco a poco fundió el gospel con variadas armonías jazzeras. The Great Ray Charles (1957) fue un álbum de jazz, seguido de otros no tan exitosos y luego por The Genius Of Ray Charles (1959), título que le valiera su sobrenombre.
Lo que vendría tras su show en el Newport Jazz Festival de 1958, con dos joyas como (The Night Times Is) The Right Time y sobre todo la citada What´d I Say, terminó por consagrarlo como grande entre los grandes y arquitecto de lo que luego se conocería como soul music. El álbum grabado en vivo pasó a ser su mayor éxito, y es considerado una prueba de su carisma y potencial de convocatoria, elementos diferenciales que con el paso del tiempo lo llevaron a colaborar con artistas de diversos estilos. 
Llegados los años 60, Ray Charles ya gozaba de gran popularidad. Uno de sus primeros movimientos fue dejar Atlantic para aceptar la oferta más ventajosa de ABC Records, un sello nuevo pero con gran potencial (tenía el respaldo del canal ABC y de los estudios Paramount), que le ofreció un suculento contrato. Para dar una idea de la fama de este artista, el 21 de noviembre de 1960 cuatro de sus temas estaban entre los 100 mejores de la revista Billboard: Georgia On My Mind, Come Rain Or Come Shine, Ruby y Hard-Hearted Hannah. Curiosamente, ninguna era de la autoría de Charles, quien había dejado la composición en segundo plano para cantar temas de otros. Georgia On My Mind, uno de sus logros más arrolladores (con él ganó su primer Grammy), fue uno de sus primeros simples para ABC. Em1961 le siguió la célebre Hit The Road Jack. En esa época Ray pasó a ganar buen dinero y a cobrar mucho más por sus presentaciones. Eso le permitió seguir evolucionando: contrató más músicos y formó su propia big band, con la que grabó arreglos espectaculares, marco ideal para su voz y su piano. Charles estaba ganándose al público blanco, algo que lograría del todo en 1962 al grabar éxitos country en su osado disco Modern Sounds in  Country and Western Music.
Tras su conversión al country, sus canciones se volvieron aún más eficaces, comercialmente hablando. Genius Hit The Road (1961) fue uno de los primeros álbumes conceptuales (cada tema estaba dedicado a un estado de los Estados Unidos). Su mejor álbum seguramente fue Genius + Soul = Jazz (1960), recopilación de baladas con arreglos orquestales del mítico Quincy Jones, como el instrumental One Mint Julep y Unchain My Heart, aunque en términos de ventas Modern Sounds... lo superara, seguido por Ingredients in a Recipe For Soul (1963). Por un par de años Charles no careció de inspiración, y siguieron You Don´t Know Me y You Are My Sunshine (1962), Take These Chains From My Heart y Busted (1963)
Las constantes presiones de la industria y de su entorno, así como su propia personalidad terminaron jugándole en contra. En 1965 Ray fue arrestado por posesión de heroína, a la que había sido adicto durante casi 20 años. Si bien aquel era su tercer arresto, pudo evitar la cárcel. Para abandonar el hábito debió acudir a una clínica de Los Angeles, donde luchó durante un año. Fue la única pausa en su larga carrera. Cuando salió del proceso, volvió a la fama por medio de Let´s Go Get Stoned y su álbum Cryin´Time en 1966. Volvió a su agenda habitual de giras durante diez meses y lanzar uno o dos álbumes cada dos años. La década culminó con su apoyo a Martin Luther King Jr. y su combate contra la discriminación racial.
De a poco, Charles mutó su sonido soul por otro más vecino al pop, que incluía arreglos de guitarra, acorde con el gusto de la época, y que al tiempo influenciaría a artistas como Joe Cocker, Steve Winwood o Van Morrison, entre otros. A mediados de los 70 fundó la compañía Crossover, que editaba discos a través de Atlantic Records. Su presencia en las listas desde esa época fue constante, aunque no tan arrasadora.
Incansable, creativo, inquieto, Ray siempre siguió adelante, con ojos que no veían pero con un corazón que sin dudas sentía. Como toda carrera, la de Ray tuvo altibajos. Más allá de eso, aún ostenta un récord difícil de igualar: su obra figura en los rankings de cada década a partir de 1950. En la última etapa de su trayectoria, tuvo un destacado rol en la exitosísima comedia musical The Blues Brothers (1980), junto a otras estrellas como Aretha Franklin y comediantes como John Belushi y Dan Aykroyd. Además fue la inspiración de la película biográfica Ray (2004), éxito de taquilla en todo el mundo, donde fue encarnado por Jamie Foxx. En 2004, tras sufrir una operación de cadera, Ray Charles se encontraba ansioso por estar otra vez frente a un auditorio: "Si, voy a seguir haciendo shows y giras, está en mi sangre. Hasta que el buen Señor baje mi telón, eso será lo que haré. No voy a vivir para siempre. Soy consciente de ello. Pero también entiendo que no es una cuestión de cuánto viva, sino de cuán bien lo haga". A pesar de su entusiasmo, el destino tenía otros planes: el 11 de junio de 2004 falleció a causa de un problema hepático. Tenía 73 años y dejó 12 hijos y 18 nietos. Su álbum final, Genius Loves Company, se editó dos meses después de su muerte e incluía dúos con artistas que lo admiraban: B. B. King, Van Morrison, Willie Nelson, James Taylor, Gladys Knight, Michael McDonald, Natalie Cole, Elton John, Bonnie Raitt, Diana Krall, Norah Jones y Johnny Mathis. Obtuvo ocho premios Grammy. Ray Charles trascendió todos los géneros musicales que encaró. Puso los cimientos del soul. Se dedicó -y con talento- al country. Su habilidad para el repertorio melódico se advierte en versiones de temas como Some Enchanted Evening o Till There Was You. En cuanto al pop, sus interpretaciones de Yesterday o Eleanor Rigby de los Beatles son espléndidas. En jazz también se destacó, no sólo en el piano sino también en el saxo alto. Su álbum The Genius After Hours es una de las joyas de catálogo de Atlantic. Ray también tuvo ocasión de probar con la ópera, y registró dos versiones de Porgy And Bess, e incluso ha grabado himnos patrióticos como America The Beautiful. Pura energía -que no se apagó ni aún en los años finales- Charles definió que era el soul a la revista Time en 1968: "Es una fuerza que puede iluminar una casa. Viene de un sentido de intimidad, de saber dónde has estado y lo que eso significa. El soul es una forma de vida, pero siempre de la manera difícil". Conceptos que muestran el coraje y la determinación que aplicó no sólo a su obra, sino a todos los actos de su existencia.

- DISCOGRAFÍA BÁSICA -


 1957 - Ray Charles
El álbum debut de Ray para Atlantic está cargado de exitosos temas, que ya habían sido número uno en los rankings del R&B, como I Got a Woman, A Fool For You y Down In My Own Tears. Editado en 1957 como Ray Charles, fue relanzado en 1962 bajo el título Hallelujah I Love Her So.








 1958 - Ray Charles At Newport
Este disco en vivo fue grabado el 5 de julio de 1958 en el Newport Jazz Festival, show que marcó la iniciación de Charles en el circuito de jazz. Ocho canciones que son un fiel reflejo de las cualidades del músico.









 1959 - The Genius of Ray Charles
Compuesto por temas como Come Raine, or Come Shine o When Your Love Has Gone, este disco genial ganó en 1960 el Grammy a la "Mejor interpretación vocal" y la canción Let The Good Times Roll a la "Mejor performance de rhythm & blues".









2001 - Genius Loves Company
Ray canta en su último trabajo, una docena de dúos con artistas de todos los géneros, seleccionados por él. Entre ellos B. B. King, Norah Jones, Elton John y Bonnie Raitt, entre otros.

martes, 13 de enero de 2015

* ROBERT JOHNSON * (1911 - 1938)

Auténtica Leyenda

En los Estados Unidos, se denomina región del Delta al área pantanosa interior situada aproximadamente entre los ríos Mississippi y Yazoo, y entre las ciudades de Memphis, al norte, y Vicksburg, al sur. Pese a su nombre, y aunque se encuentra relativamente cerca de Nueva Orleans, esta región no tiene nada que ver con el delta del Mississippi propiamente dicho, donde el gran río vierte sus aguas en el golfo de México. Es en esta zona marcada por la esclavitud y por las consecuencias de su abolición a partir de 1865, donde nace en los años 20 del siglo pasado el llamado "delta blues". Se trata de una de las tendencias fundacionales del género, caracterizada por una interpretación casi siempre en solitario y por el empleo de ritmos lentos y muy marcados, con un canto vehemente y pasional, a veces combinado con interludios de armónica y acompañado con acordes de guitarra tocada muchas veces al modo slide -deslizando un tubo de metal o de vidrio sobre las cuerdas.
Como todos los géneros de la música popular que consiguen perdurar en el tiempo, el delta blues tuvo muchos grandes intérpretes entre los que se destacan el pionero John Lomax, Arthur Pop Crudup, David Honeyboy Edwards, Son House, Skip James o Henry Sloan. Pero tuvo un solo rey, y fue, sin duda, Robert Johnson. Con todo merecimiento, fue considerado un símbolo de la cultura popular estadounidense, cuyo talento como compositor, letrista, cantante y guitarrista marcó varias generaciones de músicos de blues y rock pese a que sólo vivió 27 años y grabó apenas 29 canciones. Fueron un puñado de grandes temas que, si bien no integran ninguna lista de clásicos del blues, han sido adaptados en múltiples ocasiones por músicos de rock como Eric Clapton, Steve Miller, Keith Richards de los Rolling Stones o Jimmy Page de Led Zeppelin, entre muchos otros.
En el mundo de la música popular se suele abusar del adjetivo "legendario". En el caso de Robert Leroy Johnson sin embargo, el calificativo resulta exacto: su temprana muerte y su enigmática existencia, de la que apenas se conocen unos pocos datos, han ayudado a convertirlo en una leyenda. En su biografía se mezclan mitos y hechos reales con muy pocas posibilidades de discernir dónde está la frontera entre ellos. En este sentido el relato oficial tradicional dice que Johnson fue un jóven negro, nieto de esclavos nacido en Hazlehurst (Mississippi), cuya pasión por el blues lo condujo a un encuentro -dice el mito- con el mismísimo Satanás. O, por lo menos, a un cruce de caminos, cerca de la plantación de Dockery, donde fue a encontrarse a medianoche con un ser de gran estatura. El presunto Demonio tomó su guitarra, la afinó y se la devolvió, concediéndole con este gesto el don de tocar, cantar y componer blues mejor que nadie. Johnson había vendido su alma al diablo. En menos de un año, ya era considerado el rey del delta blues.
Pese al éxito y la fama alcanzados gracias a su habilidad -innata o sobrenatural- Johnson siguió viviendo atormentado, perseguido por terribles pesadillas y por una angustia insoportable durante el día, un estado depresivo que solo tenía alivio cuando componía o interpretaba su música. Pocos meses antes de plasmar el triunfo de su arte en una actuación en el Carnegie Hall de Nueva York -actuación que parecía llamada a ser memorable- se conoció la terrible noticia de su muerte. Había sido envenenado por el marido de una de sus amantes, o quizá de una ex novia, en un ataque de celos.
En sus conciertos solía utilizar el extraordinario "gancho" de su música para seducir a alguna mujer del público, que elegía desde el escenario y no dejaba de mirar durante toda la velada, especialmente cuando cantaba los versos más apasionados. Esa habilidad seductora, aumentada por la capacidad multiplicadora de la radio y los fonógrafos, es sin duda, uno de los secretos de éxito comercial de Johnson, que contaba con multitud de admiradoras que lloraban con las letras de Love in Vain o Kindhearted Woman Blues y se emocionaban con su voz insinuante y cautivadora. Esa misma pericia conquistadora también debió ser la causa de su muerte.
En 1936, Johnson se puso en contacto con H. C. Speir, conocido como el padrino del blues, propietario de una tienda de discos en Jackson (Mississippi) y responsable del lanzamiento de las carreras de muchos artístas de blues durante los años 20 y 30. El guitarrista quería poner a prueba la capacidad de su música para trascender los círculos estrictos del blues. Ya sabía lo que era llenar salas en Nueva York, Chicago o Detroit, pero estaba convencido, como así fue, de que era capaz de acceder a un público más amplio, y eso solo podía hacerse grabando discos de acetato. Speir sólo le grabó un disco de prueba, pero, asombrado por la técnica interpretativa de Johnson, lo recomendó a Ernie Oertle, un cazatalentos del sur que se lo llevó a San Antonio (Texas) en noviembre de 1936 para grabar lo que sería su gran legado para la posteridad.
Desde las primeras grabaciones, los encargados de la compañía quedaron admirados por la capacidad de Johnson, quien expuso todo su repertorio de ritmos, contrapuntos, glissandos -arreglos sonoros basados en el desplazamiento- y fraseos slide con la guitarra, y su amplísimo registro vocal desde el falsete más hiriente hasta los graves más intimistas y, sobre todo, un puñado de obras con una variedad temática y musical que desafiaba las leyes tradicionales del blues sin traicionar la esencia propia del género.
En junio de 1938, Johnson se desplazó a Dallas para registrar su segunda y última tanda de grabaciones, amparado por el moderado éxito de uno de sus primeros discos -Terraplane Blues-, que se publicó en marzo de aquel mismo año y vendió unas 5.000 copias. Se lo veía menos angustiado de lo habitual, bastante satisfecho por los derroteros positivos que había tomado su carrera, y muy amigo del alcohol, de las excentricidades y, sobre todo, de las mujeres casadas y comprometidas.
El 13 de agosto de 1938, en Greenwood (Mississippi), los testigos recuerdan haber visto a Johnson incapaz de tocar pese a la animada audiencia. Trasladado a una cama, vomitando sangre y retorciéndose de dolor, murió tres días después. Algunos dijeron que finalmente Satanás había ido a buscar su alma. Pero la realidad es que el rey del blues vio su vida segada en plena juventud por la ingestión de un whisky envenenado con estricnina por el principal damnificado de su última aventura amorosa, a pesar de que el informe médico oficial asegurara que había muerto de sífilis. Treinta años después, en el transcurso de la investigación privada de un biógrafo de Johnson, el presunto asesino acabó reconociendo el homicidio, aunque no fue denunciado por ello. De esta manera, el informe médico redactado aquel 16 de agosto de 1938 muerte causada por sífilis quedó como versión oficial de su fallecimiento.
A pesar de sus escasos 27 años de existencia, Johnson dejó una huella imborrable en el mundo del blues y en el de la música popular en general, convirtiéndo un género oscuro y restringido a un sector concreto de la sociedad estadounidense en un auténtico fenómeno de masas que, además, vivió una época dorada tras la Segunda Guerra Mundial, y que se transformó en la simiente de un nuevo género, el rock´n´roll, llamado a ser la música hegemónica de la segunda mitad del siglo XX. Por esa razón El rey del blues también es considerado el abuelo del rock.


- DISCOGRAFÍA BÁSICA -


1990 - The Complete Recordings
Lanzado por Columbia Records, este álbum doble compilatorio llegó a vender más de un millón de copias. Al año siguiente de su lanzamiento fue premiado con un Grammy por "Mejor álbum histórico".








2004 - Me and Mr. Johnson (Eric Clapton)
Tributo de una de las grandes guitarras del rock a la gran guitarra del blues. Clapton versiona 14 de los temas de Johnson en un homenaje grabado para celebrar el décimo aniversario de From the Cradle, su primer disco de blues puro.






2011 - ABC of the Blues
El vol. 18 de esta colección de grandes intérpretes del género reproduce 20 de las canciones grabadas por Johnson entre 1936 y 1937, en una actualización del material aparecido en 1961, y que significó un fenomenal revival del culto a El rey del blues.








2011 - The Complete Collection
Coincidiendo con el centenario del nacimiento de Johnson apareció esta reedición de las sesiones completas del Rey del blues, incluidas las grabaciones descartadas en 1936 y 1937, de gran interés para conocer la manera de trabajar del guitarrista.